Fue diseñada por Santiago Calatrava y fue realizada en 1992 para los juegos olímpicos de Barcelona.
Es una torre de telecomunicaciones enclavada sobre la montaña de Montjuic, es una figura blanca de 136 m de altura, el fuste está inclinado respecto a la vertical 17 grados que coincide con el ángulo del solsticio de verano de la ciudad, así que actúa como un gran reloj solar. Fue realizada en principio para realizar servicios de radio y telecomunicación móvil, aunque finalmente ha quedado como elemento decorativo. Su silueta recuerda a un deportista portando la antorcha olímpica. Está fabricado con hormigón flexible.
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